miércoles, 14 de diciembre de 2011

PILDORA PARA PENSAR NUMERO DIEZ.

Te faltan palabras, te sobran dudas y ante cualquier pregunta respondes sín pensar. ¿Será que lo que haces no tiene coherencia?, que la prudencia te abandona, qué andas sin tón ni són, paras y no reparas al cuestionarte si está bien ó mal, que en éstos momentos no eres capaz de distinguir lo que haces y quieres hacer las paces para llegar a estar tranquilo, siento que cuando te digo que aparques tús dudas, que hagas lo que hagas siempre dificulta tú camino, no te enfades, el destino lo tienes ya escrito, de alguna manera vás a llegar a lo que con ó sín dudas tienes como objetivo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

PILDORA NUMERO NUEVE.

Me he dado cuenta que soy mi propia dueña ¿acaso no recibía señales de ello? ¿dónde estaba?, qué era lo que me preocupaba que no tenía ni idea que aquello que ignoraba y me perseguía era mi vida entera y me provocaba agonía.

PILDORA NUMERO OCHO.

No tengo tiempo para perder el tiempo. ¿Y qué haces ahora?: NADA, por eso no niego lo dicho, ya que dejé por vivir lo que antes no he vivido. Por eso con éste pedido te envío con urgencia que tengas mucha paciencia y me permitas pensar que el tiempo ha de pasar para no haberlo perdido.

PILDORA NUMERO SIETE.

Tiro uno, tiro dos y hasta tres sigo tirando, son los años que me están estorbando, no los necesito, llenan un hueco y se creen con derecho a seguir en el mismo sitio, yo no se lo permito hago borrón y cuenta nueva, les digo ¡ o te renuevas!, o te dejo para un lado, se quieren imponer, piensan que marcan una fecha, pero no me conoceis, yo vario lo que quiero sin pedir permiso... sólo con querer hacerlo.

PILDORA NUMERO SEIS.

Siento que me caigo de la cama y me agarro a una rama que asoma por la rendija, yo no sé lo que se fija alrededor de la casa: el sol, la luna y una rama que disimula la forma del tejado y estando para un lado mirando hacia las nubes todas las veo azules menos una que destaca en forma de corazón, aprovecho la ocasión e intento dibujarla y no se parece en nada, pero logro disimularla con el lucero del alba.