PILDORA NUMERO VEINTICINCO.

Quizás, si te fijas en aquella estrella, la veas más bella, más que otras veces y casi te apetece fundirte con ella, ella te guía su luz te traspasa y vas a su casa donde la penumbra no existe la luz persiste y juegan a esconderse y para moverse lo hacen todas a un son como si de una composición artística se tratara, ríen y pestañean y se rodean de colores miles que tu no percibes pero que existen, solo quien tiene mucha imaginación y con gran riesgo de quedar ensimismado y enamorado a la vez por contemplar tal belleza pudieran percibir tal exhibición y queriendo que ese momento, esa ocasión no finalice nunca ¿nunca? seria tiempo limitado , agotado quedaría el infinito si persisto en querer permanecer a su lado. Luz que nunca se apaga, estrella que atormenta y fulmina lo que quiera quitarle brillo, destellos con aullidos implacables, hambre y sed de alumbrar todo lo que a su paso les sale. Estrella que quizás o simplemente parpadeas, no dejes de hacerlo nunca porque siempre se te espera, cada noche, cada día nublado miro y miras hacia los lados porque su reflejo pareciese que palpita y nos siga invitando a un continuo espectáculo.

PILDORA NUMERO VEINTICUATRO.

Siento que mi pensamiento está rebosando de información y busco la ocasión de poner mis ideas en orden pero con tanto desorden que percibo no se si lo que digo va antes o después. Quiero y necesito saber a que atenerme si sigo trabajando no se como y cuando y hasta que punto puedo permanecer, no por falta de interés, que lo tengo, pero por mucho que intento centrar mi vida a veces no veo salida y me pierdo. ¿Puedes decirme en que momento se nos fue de la mano lo que con esfuerzo conseguimos? me refiero a todo lo que luchamos por lo que en algún momento pudiéramos sentir que disfrutamos, siento que fue una ilusión, no vivíamos mejor si no disfrazando la realidad y aunque seguíamos reivindicando para conseguir ese bienestar al que tanto se hace referencia y sigo sin saber dónde está aquel sentido de lo justo que en momentos complicados tú y yo y miles más contrastamos y nos poníamos en acción con tesón, sin descansar, y ahora en el vacio que nos tienen unas van otros vienen hay mucha inestabilidad y miro hacia atrás y añoro otros tiempos, pero no quiero claudicar, al contrario he decidido que si vienes conmigo volveremos al sitio que hemos partido que a veces hemos llorado, reído y hasta cantado y ahora casi nos lo han prohibido. No debemos desanimarnos porque mano con mano haremos una cadena y la condena que calculan, se anula, porque nosotros somos libres hasta para permitirnos tener dudas.