miércoles, 7 de marzo de 2012

PILDORA NUMERO VEINTISEIS.

Había una vez una idea que en un tiempo se ilusionó pero que aquella cabeza que la fabricó la dejó olvidada. La idea sola estaba, la habían abandonado y ella en su tristeza se quedó sin ocupar ningún lado, no sabía dónde ponerse donde colocarse cuál era su cometido ¿por que habían insistido si no la iban a utilizar? se preguntaba de continuo sin entender tal desatino de pronto otra idea surgió al ver que no cesaba de quejarse y con suavidad pero con coraje le susurra al oído: vente conmigo idea triste no dejes que te carcoman esos pensamientos que tienes, si lo haces insistiremos las dos al personaje que te ha creado y cada una por un lado atacaremos sin piedad para que ese sueño que tienes se convierta en realidad y a la vez cooperaremos para que todas las ideas no se queden  en la nada si no que salgan fuera y podremos comprobar que los hombres que nos fabriquen tengan esperanza en alcanzar lo que un tiempo soñaron y ahora pretenden dejar atrás.

1 comentario:

  1. Un poco triste, pero me encanta.
    Es cierto, esas GRANDES IDEAS que a veces se quedan aletargadas, en espera de que alguien se percate de su presencia y las valore.
    Su creador/a deberá lanzarlas a los "cuatro vientos", deberá buscarles la puerta principal que les dé forma y las materialice para futuro deleite de sus receptores

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