martes, 27 de diciembre de 2011
PILDORA NUMERO TRECE.
Píldora para pensar número trece: número importante, determinante, que asusta, que dá alegría, al que se le echa culpa, se le bendice y maldice, nos saca de apuros ó nos frustra, nos dá amargura, pero en realidad no deja de ser un número que no tiene ninguna culpa.
PILDORA NUMERO DOCE.
Precisamente por éso me gustas, por tú paciencia, por tú ausencia de prisa, por tú gracia, porque nunca te falta tiempo para dárselo a los demás, porque haces todo sín más, sín esperar nada a cambio, porque no buscas recanbio, porque no té desesperas, porque no echas balones fuera, porque miras con atención cuando fijas la mirada, porque no buscas la portada en cada conversación, porque cada trozo de mí vida depende de tú aprendizaje, porque miras con coraje lo qué pasa cada día, porque terminas la jornada cuando no tienes a nadie, porque nadie se eterniza aunque más de uno/a quisiera en tí permanecer hasta aquél amanecer que siempre quisiste y no pudiste retener.
PILDORA NUMERO ONCE.
Arbol que llora, se lamenta, se distorsiona, su sonido ya no fluye, huye como espantado cuando el eco le rebota, no se reconoce, no sabe que es él, qué ha pasado ¿dónde están mis antepasados que no acuden a mí?, sólo me siento, me dejan al desnudo y yo con un lamento, apenas disimulo y para que lo hago si ya a nadie le importo... aunque pensándolo bien me puedo revelar solo tengo que saber qué hacer, ¡ah, ya lo sé!: aprenderé a hablar, lo haré, lo haré con elegancia, adoptaré una pose, rebosaré de colores y tú a mi lado vendrás, me protegerás, cuidarás que nadie me toque, me harás fotos, pagarán por mí y yo permaneceré aquí, puesto como un figurín, utilizando un lenguaje que me costó aprender y en éste momento me contemplo, me despojo de mis vestiduras, desaparecen mis dudas y con tristeza me dirijo a tí arbolito de al lado, que me haces compañía y que con ironia me cuestionas comparándome con algo, actuando, no viviendo, sigo maldiciendo aquél día que, arbolito mío, te dejé de lado.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
PILDORA PARA PENSAR NUMERO DIEZ.
Te faltan palabras, te sobran dudas y ante cualquier pregunta respondes sín pensar. ¿Será que lo que haces no tiene coherencia?, que la prudencia te abandona, qué andas sin tón ni són, paras y no reparas al cuestionarte si está bien ó mal, que en éstos momentos no eres capaz de distinguir lo que haces y quieres hacer las paces para llegar a estar tranquilo, siento que cuando te digo que aparques tús dudas, que hagas lo que hagas siempre dificulta tú camino, no te enfades, el destino lo tienes ya escrito, de alguna manera vás a llegar a lo que con ó sín dudas tienes como objetivo.
lunes, 12 de diciembre de 2011
PILDORA NUMERO NUEVE.
Me he dado cuenta que soy mi propia dueña ¿acaso no recibía señales de ello? ¿dónde estaba?, qué era lo que me preocupaba que no tenía ni idea que aquello que ignoraba y me perseguía era mi vida entera y me provocaba agonía.
PILDORA NUMERO OCHO.
No tengo tiempo para perder el tiempo. ¿Y qué haces ahora?: NADA, por eso no niego lo dicho, ya que dejé por vivir lo que antes no he vivido. Por eso con éste pedido te envío con urgencia que tengas mucha paciencia y me permitas pensar que el tiempo ha de pasar para no haberlo perdido.
PILDORA NUMERO SIETE.
Tiro uno, tiro dos y hasta tres sigo tirando, son los años que me están estorbando, no los necesito, llenan un hueco y se creen con derecho a seguir en el mismo sitio, yo no se lo permito hago borrón y cuenta nueva, les digo ¡ o te renuevas!, o te dejo para un lado, se quieren imponer, piensan que marcan una fecha, pero no me conoceis, yo vario lo que quiero sin pedir permiso... sólo con querer hacerlo.
PILDORA NUMERO SEIS.
Siento que me caigo de la cama y me agarro a una rama que asoma por la rendija, yo no sé lo que se fija alrededor de la casa: el sol, la luna y una rama que disimula la forma del tejado y estando para un lado mirando hacia las nubes todas las veo azules menos una que destaca en forma de corazón, aprovecho la ocasión e intento dibujarla y no se parece en nada, pero logro disimularla con el lucero del alba.
sábado, 3 de diciembre de 2011
PILDORA NUMERO CINCO.
Dàme èsa pìldora que el otro dìa me nombraste a ver si por un momento no me crea descontento si no que al contrario, me alegra, aunque yo no lo creo.¿Que me dices?, no te oigo. Te digo que no es cuestiòn de adicciòn si no de perseverancia, que no dejes la constancia que nadie lo harà por tì, que comiences a vivir, que dejes tùs quejas a un lado, que no exijas demasiado cuando te dirijas a mì, que soy la ùnica que aguanto escuchar tùs desventuras y que sin ninguna duda lo hago porque te quiero, pero ya me tienes harta, ya no eres como eras y èso corazòn mio, lo echo mucho en falta.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
PILDORA NUMERO CUATRO.
Llamas y no te abro, miro por la mirilla y casi de puntillas me paseo para los lados, uno y otro, y otro y uno y si los auno parecieran setecientos los pasos y los lamentos que yo tengo en mi paseo, hago un esfuerzo y vuelvo a mirar, junto mis manos y me pongo a rezar, no insistas, no llames más. Intento tranquilizarme, no soportaré más que me agarres por los pelos, que me trates como a la nada,que me ignores, que me dés bofetadas.¿Qué me pasa?...el miedo desaparece, no quiero que te vayas ¡ven!, ven aquí y te haré frente.
lunes, 28 de noviembre de 2011
PILDORA NUMERO TRES.
¿Dónde vives? en ninguna parte ¿de dónde partes? de ningún sitio, entonces ¿dónde te ubico?... en lugares diferentes, en ninguna parte, en ningún sitio. Sé que es difícil entender que no ubicarme ésta vez, pareciera pernicioso, pero hoy tengo el antojo de no ser como ayer.
viernes, 25 de noviembre de 2011
PILDORA NUMERO DOS
Por favor no me molestes, déjame el no hacer nada, no quiero perder el tiempo en cosas de tanta importancia, ya que cada instante pasa a ser diferente en un mundo donde la gente siempre sigue hacia delante y no se paran y ven como sigo en mi postura perdiendo la cordura y siendo fiel a mí misma, sabiendo que al final siempre habrá alguien que me cuestione cuantas sin razones hay para no ser diferente ignorando que sigo pensando que el no moverme de mi sitio dejo entre dicho que mis razones tengo ya que yo no me vendo a un precio tan bajo y aun sintiendo rechazo sigo en mi cómodo intento ¡vete! Déjame con mi locura que prefiero estar loca que cambiarme de postura.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
PILDORA NUMERO UNO.
Diagnostico: escritora por descubrir saldo estoy en saldo, me vendo, me vendo barato, ¿hay alguien que me compre? ¿Tú? ¿Te atreves a hacerlo tú? No me recomiendo, no soy de fiar te creare dudas, ilusiones, esperanza, te haré llegar mas allá de lo mas allá, te llevare y te traeré, lloraras y amaras y no podrás desengancharte, por eso te recomiendo que te cures en salud, apaga ya esa luz da la vuelta y rectifica que aún estas a tiempo de no perder la compostura, si hicieras lo contrario, apostarías muy caro y no sabrías que hacer, por eso ponte del revés y no mires hacia un lado
Suscribirse a:
Entradas (Atom)