Déjame, por favor, contarte mentiras quiero que escuches con atención porque quizás no haya otra ocasión para disfrazar la verdad. ¿Sabías que el otro día encontré un remedio para cada uno de tus miedos? te sorprendes y me miras sin esperar respuesta, pero lo piensas y me respondes con ironía ¿ de qué me hablas'? no entiendo lo que me dices pues de manera sorprendente ya has dado el primer paso me has escuchado y creo no estar equivocada, es mera curiosidad, contestas, es que no dejas de sorprenderme cómo puedes atreverte a dirigirte a mí, yo que parezco impasible ante cualquier acontecimiento que a nadie cuento mis pesares y tú que parece que nada sabes, te diriges con gran acierto. Tengo miedos, miedos que paralizan que me obligan a hacer lo que no quiero, miedos que ahogan mi vida, miedos que yo que todo lo controlo, no me dejan en paz, los chantajeo, les ofrezco mil perdones y hasta me he puesto de rodillas para que me olviden que se vayan que abandonen mi mente y sin embargo... no me obedecen. Me apresuro y respondo: enumera tus miedos míralos de frente, no te acobardes frente a ellos si los desafías serán ellos los que te teman, ves como merece la pena invertir un poco de tiempo en lo que hasta ahora ha sido un dilema si aplicas este método todo se revolverá porque en realidad no tienes miedo si no cobardía al hacer frente a circunstancias que se presentan en la vida y que tienes que optar y no lo haces siempre te quedas " en el medio" por eso comienzo esta "píldora" con un enfoque intrigante y distorsionado a la vez para que puedas, tal vez, corregir lo que no vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario